Por Bonaparte Gautreaux
Piñeyro
No
hallo explicación al cambio que se produjo en aquellos jóvenes cuyo partido
decía que iba a concluir la tarea emprendida por Duarte. A Duarte sólo le
interesó el dinero para donarlo a la fundación de la República.
Esos
jóvenes de antes actuaron de manera proporcionalmente inversa a sus proclamados
ídolos, dentro de los cuales estaban los mejores ejemplos de patriotismo y
reciedumbre moral.
Cierto,
de todo hay en la viña del Señor, esos jóvenes de antes aprendieron, a dirigir
sus acciones con una velocidad que
asombra, con el más absoluto descaro, por el camino viejo, camino retorcido,
lleno de toda suerte de tentaciones que no pudieron, no supieron ni en ningún
momento estuvieron dispuestos a resistir. Esos mismos fueron quienes proclamaron que transitaban un camino nuevo,
diferente, lo cual fue otra baladronada que se perdió en el depósito de sus
desvergüenzas.