"Un conjunto de acusaciones cruzadas y
descalificaciones marcaron el período preelectoral".
Juan Taveras
Hernández, El Autor.
El Partido de la Liberación Dominicana, Leonel
Fernández y Danilo Medina, continúan tratando de limpiar su imagen después de
haberse robado las elecciones del pasado 20 de mayo utilizando los recursos del
Estado, los funcionarios públicos a todos los niveles, incluyendo el Ministerio
Público, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Está harto demostrada la inversión superior a los 60
mil millones de pesos durante el proceso electoral que incrementó el déficit
fiscal que este año superará los cien mil millones de pesos. (Leonel dijo en
Nueva York que disponía de 40 mil millones de pesos, millones de raciones de
alimentos más la ayuda del gobierno de Venezuela para imponerse en las
elecciones, como efectivamente lo hizo sin que nadie tirara una pierda o
quemara una goma).
Utilizando su
poder e influencia en los medios de comunicación, las autoridades no
pierden ocasión para decirnos que el pasado proceso electoral fue diáfano,
transparente, plural y democrático. Y que el presidente surgido de los comicios
fue legítimo.
Un periódico de circulación nacional tituló en primera
plana, que el “Consejo Permanente de la OEA ratifica elogios comicios RD”. La
nota que acompaña el titular no se corresponde con lo que dice el informe de la
muy desacreditada Organización de Estados Americanos (OEA).
El “informe verbal” de la Misión de Observación
Electoral no solo reconoce el trabajo de la JCE, sino que se refiere a las
denuncias realizadas por el Partido Revolucionario Dominicano y otras organizaciones
tanto políticas como ciudadanas. Veamos algunos señalamientos de interés que
demuestran el sesgo de las informaciones
publicadas.
“Un conjunto de acusaciones cruzadas y
descalificaciones marcaron el período preelectoral. El uso de recursos públicos,
la presencia de las más altas autoridades del gobierno en actos de campaña,
planes de desestabilización y amenazas de uso de la violencia fueron
acusaciones recurrentes por parte de los partidos y candidatos en disputa
quienes principalmente a través de los medios de comunicación –y no a través de
los canales institucionales- denunciaron falta de equidad en la contienda electoral”.
“El día de los comicios, sigue diciendo el informe de
la OEA, observadores desplegados a lo ancho del territorio nacional recibieron
denuncias relativas a casos de compra de votos por parte de diversos partidos
políticos, como intento por asegurar la preferencia de los ciudadanos por
alguna candidatura en particular y de compra de cédulas con el objeto de
impedir el ejercicio del voto por parte de los mismos. En algunos casos
observadores pudieron constatar de manera directa ambas situaciones.
La Misión
llama la atención sobre estos hechos aislados”.
Como todos sabemos, esos hechos no fueron aislados, sino generalizados.
De todos modos la Misión “insta a la población (no sé por qué a la población, y
no a las autoridades exclusivamente, “a
tomar medidas correctivas para evitar que estas se repitan en futuros procesos
electorales”.
Luego la OEA asegura que “durante la jornada
electoral, la misión recibió denuncia sobre el porte de armas por parte de
personas en los recintos electorales, así como también durante los cierres de
campaña. Los antecedentes fe todas las denuncias recibidas por la OEA fueron
remitidos de manera oportuna a la Junta Central Electoral”, que no hizo nada o
hizo muy poco para impedirlo.
La misión pide
prestarle mucha atención “al uso de los recursos públicos y la presencia de las
más altas autoridades del gobierno y del partido gobernante en las campañas,
cualquiera este sea, a fin de asegurar la equidad en la contienda electoral”.
(Más claro de ahí no canta un gallo)
“En materia de publicidad de las campañas, la misión
–a través del análisis desarrollado por la metodología de medios- pudo
constatar que en todos los formatos (televisión, radio y prensa escrita), tanto
el PLD como el PRD corrieron con una amplia ventaja en cuento a la contratación
de espacios publicitarios, afectando el principio de equidad necesario en los
procesos electorales. (Eso es mentira. La diferencia en propaganda y publicidad, entre el PLD y el PRD, entre
Hipólito y Danilo, era abismal, como lo estableció Participación Ciudadana en
uno de sus informes).
De todos modos la OEA “recomienda que la Junta Central
Electoral, haciendo uso de sus facultades, reglamente el acceso equitativo a
los medios de comunicación en todos sus aspectos, particularmente en aquellos
relacionados con el uso de encuestas como instrumento de campaña electoral”.
Finalmente el informe “insta al Congreso de la
República a que incluya en la discusión sobre la ley de partidos, la
posibilidad de contar con una cuota paritaria en los puestos de dirigencia así
como considerar la efectiva implementación de un esquema de financiamiento
público que contemple consideraciones de género en las campañas electorales.
“La misión también recomienda a la Junta Central
Electoral adoptar las acciones pertinentes para proteger el derecho a la
participación de todas las personas nacidas en territorio de la Republica Dominicana”.
Yo no diría, como han dicho algunos medios y “líderes
de opinión”, que este sea un informe favorable, ni que las elecciones del 20 de mayo “no tienen
nada que envidiarle a las de ningún otro país del mundo”, como dijo un
periódico.
Es todo lo contario, la Organización de Estados
Americanos en su informe verbal ha ratificado en gran medida las denuncias
formuladas por el candidato del PRD, Hipólito Mejía, ante diversos organismos
internacionales entre los que se encuentran la propia OEA. Desde mi punto de vista,
totalmente parcial, el PLD, Leonel y Danilo, se robaron las elecciones. (En el
mejor de los casos, la compraron).