Bonaparte Gautreaux Piñeyro, el autor |
Por Bonaparte Gautreaux Piñeyro
El tema que ocupó más tiempo en la
conversación sostenida en el salón común de la funeraria fue el de la presencia
haitiana en nuestro país.
En la década de 1970 productores de Mao
pedían trabajadores haitianos para la recogida de la cosecha de arroz.
Uno de los contertulios se refirió al
auge de la construcción y señaló la importancia de los haitianos, no
calificados, que comenzaron picando piedras y ahora ocupan los puestos más
importantes en el acabado de lujo de residencias, hoteles y apartamentos.
Es una ley de la vida, una ley natural,
que aquel que siente frío se abriga y quien siente calor se despoja de ropa, en
veces, más allá de lo que la moral permite. Quien siente hambre busca qué
comer, quien siente sueño duerme hasta en la punta de un clavo.
La ley de la necesidad demuestra
claramente que nada es imposible, que la supervivencia está y estará, siempre,
por encima y antes que cualquier consideración humana, social, histórica.