Por
Bonaparte Gautreaux Piñeyro
¿Hacia dónde llevan la nación? Estamos cerca
del despeñadero ¿resistimos a las fuerzas que nos llevan sin narigón, hacia la
oscura y tenebrosa instauración de una dictadura? ¿Hemos olvidado cómo el
dominio de los poderes del Estado permite practicar aquello de que “el poder
absoluto corrompe absolutamente”? ¿Nos damos cuenta o nos hacemos los chivos
locos ante una situación que cada día acogota, arrincona, comprime la
posibilidad de que podamos ejercer los derechos constitucionales sin temor a
ser aplastados por una maquinaria partidista, absolutista y cerrada, un
gobierno de tuertos cuya visión dividió la sociedad nacional en peledeístas y
corruptos, como una profesión de fe de su modo de ser excluyente? ¿Nos vamos a
seguir engañando rodeando el grueso tronco del árbol que nos impide la visión,
para luego divisar a lo lejos una minúscula paja en el ojo ajeno? ¿Acaso vamos
a continuar la política del avestruz y mantendremos la cabeza escondida para no
ver las verdades de a puño que nos afectan?