Por
Bonaparte Gautreaux Piñeyro
¿Hacia dónde llevan la nación? Estamos cerca
del despeñadero ¿resistimos a las fuerzas que nos llevan sin narigón, hacia la
oscura y tenebrosa instauración de una dictadura? ¿Hemos olvidado cómo el
dominio de los poderes del Estado permite practicar aquello de que “el poder
absoluto corrompe absolutamente”? ¿Nos damos cuenta o nos hacemos los chivos
locos ante una situación que cada día acogota, arrincona, comprime la
posibilidad de que podamos ejercer los derechos constitucionales sin temor a
ser aplastados por una maquinaria partidista, absolutista y cerrada, un
gobierno de tuertos cuya visión dividió la sociedad nacional en peledeístas y
corruptos, como una profesión de fe de su modo de ser excluyente? ¿Nos vamos a
seguir engañando rodeando el grueso tronco del árbol que nos impide la visión,
para luego divisar a lo lejos una minúscula paja en el ojo ajeno? ¿Acaso vamos
a continuar la política del avestruz y mantendremos la cabeza escondida para no
ver las verdades de a puño que nos afectan?
Hubo un tiempo en que se pensó que una
nueva generación que llegara al poder podría realizar un gobierno respetuoso de
los intereses y derechos del pueblo, para beneficio de todos.
Pero mejor temprano que tarde las
ilusiones de ayer se marchitaron en realidades amargas y escupitajos que
cayeron sobre los rostros de aquellos profetas de palabras almibaradas que se convirtieron en acíbar,
cuando los creadores de los sueños se
vieron ante el dulce panal de abejas que resultó el erario, para quienes hoy se
sabe que no sirvieron al pueblo, se desconoce si sirvieron a su partido, aunque
sí se tiene la certeza de que de “puros” peledeístas se convirtieron en
corruptos.
¿Cuánto
y qué le ha costado al país vivir bajo un régimen democrático? Persecuciones,
abusos, desconocimiento de los derechos fundamentales. Cabe la pregunta ¿hay
democracia en la República Dominicana de hoy?
Si
la democracia es el poder del pueblo ¿está el pueblo en el poder en este
momento? ¿Cómo se demuestra que el pueblo está en el poder?
En
el celebrado discurso del Estado de la Unión, dirigido al Congreso
norteamericano por el Presidente de los Estados Unidos el 6 de enero de 1941,
Franklyn D. Roosevelt propuso como metas cuatro libertades fundamentales que
todas las personas "en cualquier lugar del mundo" deberían disfrutar:
Libertad de
expresión, Libertad de culto o de creencias, Libertad de vivir sin penuria y Libertad de
vivir sin temor.
No
es hora de contemplaciones. No permitamos que nos sigan distrayendo. Examinemos
la situación nacional, leamos la prensa, escuchemos la radio, veamos la
televisión y preguntémonos si vivimos bajo un gobierno que respete esas cuatro
libertades.
Comencemos
a cambiar el rumbo. El PRD, con Hipólito a la cabeza, comenzó .esta semana.