"De la columna "Orlando dice"
del Listín Diario de hoy".
Ing. Héctor Guzmán, Vocero del Presidente Hipólito Mejía
Apreciado Orlando Gil:
Después de leer tu columna “Orlando
dice” de fecha 11 de septiembre de 2012 en la que incurres en errores por
omisión o desinformación, a propósito de las cartas que dirigió el Presidente
Hipólito Mejía al señor José Miguel Insulza, Secretario General de la
Organización de los Estados Americanos (OEA) y al señor Steven Vascianne,
Presidente del Consejo Permanente de dicha Organización, me permito hacer algunas
precisiones para compartirlas contigo y tus amigos lectores.
Lo primero, es sugerirte que te
informes de los pasos del señor Carlos Morales Troncoso, Ministro de Relaciones
Exteriores, de la Embajada de la República Dominicana ante la OEA, y
otros altos funcionarios de la administración del ex presidente Leonel
Fernández, quienes podrán indicarte los febriles esfuerzos que desplegaron ante
la OEA por causa de dichas comunicaciones, que te indicarían indicios
reveladores de que las comunicaciones llegaron oportunamente a su destino, pues
fueron entregadas y recibidas personalmente por el señor Insulza y la
señora Hillary Clinton, Secretaria de Estado del gobierno de los EEUU.
También, debo recordarte lo
que respondió el Secretario General de la OEA en su entrevista publica del
pasado 19 de agosto al Listín Diario sobre las cartas enviadas por HM,
“Todo eso está en manos del Jefe de la Misión.”
Orlando, me parece que no has
entendido bien el informe de la Misión de Observación Electoral (MOE) ni las
cartas de Hipólito Mejía. Lo que pide el Presidente Mejía, y en esto el Informe
Verbal del MOE coincide completamente, es que se acabe en RD el abuso de poder,
el abuso de los bienes del Estado, la inequidad electoral y la manipulación
política de los órganos electorales. Es decir, lo que se quiere es terminar con
las prácticas de clientelismo y abuso de los bienes públicos que desplegó el ex
presidente Leonel Fernández en busca de la inmunidad personal y de su entorno,
frente a la enorme corrupción de su gobierno. En una palabra, el Presidente
Mejía reclama, sencillamente, que para las próximas elecciones del 2016 no se
repitan estos hechos tan lamentables para la democracia dominicana.
El planteamiento del Presidente
Mejía traspasó los límites nacionales y personales, para expresar ante el
sistema interamericano útiles observaciones sobre la esencia y compromisos de
la Organización de los Estados Americanos (OEA), con la República Dominicana y
los países de América, dadas las responsabilidades de ese organismo regional en
el marco de la Carta Democrática Interamericana (CDI) y las obligaciones que
tienen los gobiernos de respetarlas.
Es penoso que algunas personas que
dicen ser demócratas, no hayan dejado de lado su encono contra el Presidente
Mejía y no hayan hecho, en beneficio del pueblo, un intento de igual calibre
que el realizado por él ante los órganos de la OEA, para enfocar el
pasado proceso electoral y sus consecuencias para el futuro de la democracia
dominicana y del continente, pues el informe MOE tiene bastante material para
ello, y que prefieran mantener sus análisis y comportamiento en los niveles
cotidianos de tergiversaciones.
No es improcedente que un
excandidato a la Presidencia de la República, sobre todo con las credenciales
de amplio respaldo popular, se dirija a una institución como la OEA, que en sus
instrumentos legales reconoce que los pueblos de América tienen derecho a la
democracia, y el sufragio universal es expresión de la soberanía del pueblo.
Aunque el organismo lo conforman los gobiernos de América a pesar del
predominante carácter intergubernamental, la OEA no puede ignorar esas normas y
esas preocupaciones. De lo contrario, tendrían que descartarse los artículos 1y
3, de la Carta Democrática Interamericana (CDI) por inoperantes, y con ello,
todo el andamiaje que la sustenta, incluyendo el mecanismo de misiones de
observación electoral. Esto lo saben perfectamente bien los duchos diplomáticos
que accionan en ese organismo.
Las comunicaciones del ex presidente
Mejía han fijado un relevante precedente, único hasta la fecha, en los anales
de la OEA.
Las nuevas épocas requieren de una
actualización y continuo perfeccionamiento de análisis en el ejercicio del
periodismo, y el público es cada vez más exigente, razón por la cual, además de
la confianza, te escribo esta comunicación.
No se puede pretender tapar el sol
con un dedo sobre las anomalías de los comicios en la República Dominicana como
tampoco ha podido hacerlo el informe MOE-OEA, que, entre envuelto en el
lenguaje diplomático, ha deslizado claras, y contundentes recomendaciones. Esto
abre un espacio de debate y de búsqueda de medidas correctivas antes de las
próximas elecciones, pues se refieren a las fallas estructurales del débil
mecanismo electoral de la República Dominicana, como se desprende de la
recomendación que propugna el fortalecimiento institucional de la Junta Central
Electoral. Esto involucra el examen del comportamiento de la Junta Central
Electoral y el Tribunal Superior Electoral. Esa recomendación debe ser seriamente
considerada como preliminar condición de una eventual Ley de Partidos y Ley
Electoral, pues un esfuerzo de tal magnitud debe descartar echar vino nuevo en
odre viejo.
Para comprender el retroceso
democrático que representó el pasado proceso electoral, solo hay que comparar
los términos de los informes de la Misión de Observadores para las elecciones
de los años 2008 y 2010 con relación al de 2012. Veamos:
Elecciones
de 2012:
El día de la contienda electoral la
jornada se desarrolló con normalidad.
“Considerando el gran número de
acusaciones cruzadas entre los partidos referidas a irregularidades del proceso
electoral, la misión recomienda fortalecer los mecanismos institucionales de la
Junta Central Electoral para que los actores políticos puedan transmitir de
manera expedida sus denuncias y que la autoridad electoral adopte las medidas
pertinentes con prontitud.”
“La misión expresa su deseo que las
autoridades electorales den seguimiento a las denuncias recibidas,
especialmente a aquellas vinculadas con el porte de armas, compra de cédulas y
compra de votos, de manera que estos no queden impunes.”
Elecciones
de 2008:
“La Junta Central Electoral es una
institución que cuenta con una importante legitimidad, credibilidad y
prestigio en el país”.
“El proceso se llevó adelante de
manera satisfactoria. Los partidos, los candidatos, las autoridades electorales
y, fundamentalmente el pueblo dominicano, aportaron con responsabilidad y
respeto a que los comicios se desarrollaran ordenadamente, en un clima de tranquilidad
y ausencia de violencia o dificultades verdaderamente graves.”
Elecciones
de 2010:
“En resumen, la Misión
considera que el proceso se ha realizado de manera exitosa y que se ha
respetado la voluntad de los dominicanos, libremente expresada en las urnas. La
Misión reconoce el esfuerzo realizado por todos los actores electorales y, en
particular, por la Junta Central Electoral. Durante el período de observación
la MOE/OEA pudo constatar que el organismo electoral gozó de la confianza plena
de los actores políticos y sociales para este proceso, hecho que es un logro
significativo para la consolidación del sistema electoral y democrático
dominicano.”
Como podemos ver, para la OEA
los procesos electorales 2008 y 2010 fueron exitosos y la
JCE, la consideraron un órgano con credibilidad y confianza para la población.
En cambio las pasadas
elecciones del 2012, el proceso en ningún momento lo calificaron de democrático
ni exitoso como lo titularon algunos periódicos; y en cuanto a la JCE, cuestionaron la falta de actuar con eficiencia y prontitud.
Además de que los anteriores
informes verbales fueron entregados en días y el de las pasadas elecciones 2012
tardó cuatro meses.
Más que críticas superfluas, se
necesita estar consciente del deber de actuar con objetividad para
crear conciencia, ya que estos asuntos deben trascender el interés o la
predisposición personal, pues se trata de lograr una República Dominicana y un
continente americano donde la soberanía del pueblo pueda expresarse libremente
y sin ambages a través de los comicios. En efecto, a cualquier ciudadano
que tenga alguna duda, le sugiero releer el informe de la MOE para que
identifique que no se puede rehuir admitir las irregularidades ocurridas
y repasar las comunicaciones del Presidente Mejía, que seguramente le servirán
de instructivo.
La perspectiva de la realidad puede
perderse fácilmente desde la comodidad de una casa, pero una columna
periodística diaria tan importante como la tuya, necesita refrescarse e
ilustrar a la opinión pública muy bien en estas materias de alta complejidad,
para descifrar la importancia de los temas tratados en las comunicaciones de HM
y de las recomendaciones de la MOE, para realizar el buen trabajo que los
lectores interesados en las limpieza de los procesos electorales y la
democracia esperan de él.
Presenta la OEA una serie de tareas
que involucran la conciencia y responsabilidad nacional, en las cuales el
periodismo objetivo debe jugar un papel fundamental.
Muy difícilmente podrán las misiones
de observación de la OEA presentarse con las manos vacías, obviar sus propios
informes, ni llegar tarde, en los próximos comicios en la República Dominicana,
después de las comunicaciones enviadas por HM lo que desde ahora se trasluce al
leerse detenidamente el informe MOE-OEA.
El único interés que mueve al
Presidente Mejía a continuar con este esfuerzo, es su derecho como
demócrata a trabajar y luchar por la preservación de la democracia dominicana.
Con afectos,
HECTOR GUZMAN
Dirigente del PRD