martes, 18 de septiembre de 2012

HÉCTOR GUZMÁN RESPONDE A ORLANDO GIL


"De la columna "Orlando dice" del Listín Diario de hoy".


Ing. Héctor Guzmán, Vocero del Presidente Hipólito Mejía

Apreciado Orlando Gil:
Después de leer tu columna “Orlando dice” de fecha 11 de septiembre de 2012 en la que incurres en errores por omisión o desinformación, a propósito de las cartas que dirigió el Presidente Hipólito Mejía  al señor José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y al señor Steven Vascianne, Presidente del Consejo Permanente de dicha Organización, me permito hacer algunas precisiones  para compartirlas contigo y tus amigos lectores.

Lo primero, es sugerirte que te informes de los pasos del señor Carlos Morales Troncoso, Ministro de Relaciones Exteriores, de  la Embajada de la República Dominicana ante la OEA, y otros altos funcionarios de la administración del ex presidente Leonel Fernández, quienes podrán indicarte los febriles esfuerzos que desplegaron ante la OEA por causa de dichas comunicaciones, que te indicarían indicios reveladores de que las comunicaciones llegaron oportunamente a su destino, pues fueron entregadas y recibidas personalmente por el señor Insulza y  la señora Hillary Clinton, Secretaria de Estado del gobierno de los EEUU.

También, debo recordarte  lo que respondió el Secretario General de la OEA en su entrevista publica del pasado 19 de agosto al Listín Diario sobre las cartas enviadas por HM,  “Todo eso está en manos del Jefe de la Misión.”

Orlando, me parece que no has entendido bien el informe de la Misión de Observación Electoral (MOE) ni las cartas de Hipólito Mejía. Lo que pide el Presidente Mejía, y en esto el Informe Verbal del MOE coincide completamente, es que se acabe en RD el abuso de poder, el abuso de los bienes del Estado, la inequidad electoral y la manipulación política de los órganos electorales. Es decir, lo que se quiere es terminar con las prácticas de clientelismo y abuso de los bienes públicos que desplegó el ex presidente Leonel Fernández en busca de la inmunidad personal y de su entorno, frente a la enorme corrupción de su gobierno. En una palabra, el Presidente Mejía reclama, sencillamente, que para las próximas elecciones del 2016 no se repitan estos hechos tan lamentables para la democracia dominicana.

El planteamiento del Presidente Mejía traspasó los límites nacionales y personales, para expresar ante el sistema interamericano útiles observaciones sobre la esencia y compromisos de la Organización de los Estados Americanos (OEA), con la República Dominicana y los países de América, dadas las responsabilidades de ese organismo regional en el marco de la Carta Democrática Interamericana (CDI) y las obligaciones que tienen los gobiernos de respetarlas.

Es penoso que algunas personas que dicen ser demócratas, no hayan dejado de lado su encono contra el Presidente Mejía y no hayan hecho, en beneficio del pueblo, un intento de igual calibre  que el realizado por él ante los órganos de la OEA, para enfocar el pasado proceso electoral y sus consecuencias para el futuro de la democracia dominicana y del continente, pues el informe MOE tiene bastante material para ello, y que prefieran mantener sus análisis y comportamiento en los niveles cotidianos de tergiversaciones.

No es improcedente que un excandidato a la Presidencia de la República, sobre todo con las credenciales de amplio respaldo popular, se dirija a una institución como la OEA, que en sus instrumentos legales reconoce que los pueblos de América tienen derecho a la democracia, y el sufragio universal es expresión de la soberanía del pueblo. Aunque el organismo lo conforman los gobiernos de América a pesar del predominante carácter intergubernamental, la OEA no puede ignorar esas normas y esas preocupaciones. De lo contrario, tendrían que descartarse los artículos 1y 3, de la Carta Democrática Interamericana (CDI) por inoperantes, y con ello, todo el andamiaje que la sustenta, incluyendo el mecanismo de misiones de observación electoral. Esto lo saben perfectamente bien los duchos diplomáticos que accionan en ese organismo.

Las comunicaciones del ex presidente Mejía han fijado un relevante precedente, único hasta la fecha, en los anales de la OEA.
Las nuevas épocas requieren de una actualización y continuo perfeccionamiento de análisis en el ejercicio del periodismo, y el público es cada vez más exigente, razón por la cual, además de la confianza, te escribo esta comunicación.

No se puede pretender tapar el sol con un dedo sobre las anomalías de los comicios en la República Dominicana como tampoco ha podido hacerlo el informe MOE-OEA, que, entre envuelto en el lenguaje diplomático, ha deslizado claras, y contundentes recomendaciones. Esto abre un espacio de debate y de búsqueda de medidas correctivas antes de las próximas elecciones, pues se refieren a las fallas estructurales del débil mecanismo electoral de la República Dominicana, como se desprende de la recomendación que propugna el fortalecimiento institucional de la Junta Central Electoral. Esto involucra el examen del comportamiento de la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral. Esa recomendación debe ser  seriamente considerada como preliminar condición de una eventual Ley de Partidos y Ley Electoral, pues un esfuerzo de tal magnitud debe descartar echar vino nuevo en odre viejo.

Para comprender el retroceso democrático que representó el pasado proceso electoral, solo hay que comparar los términos de los informes de la Misión de Observadores para las elecciones de los años 2008 y 2010  con relación al de 2012. Veamos:
Elecciones de 2012:
El día de la contienda electoral la jornada se desarrolló con normalidad.
“Considerando el gran número de acusaciones cruzadas entre los partidos referidas a irregularidades del proceso electoral, la misión recomienda fortalecer los mecanismos institucionales de la Junta Central Electoral para que los actores políticos puedan transmitir de manera expedida sus denuncias y que la autoridad electoral adopte las medidas pertinentes con prontitud.”
“La misión expresa su deseo que las autoridades electorales den seguimiento a las denuncias recibidas, especialmente a aquellas vinculadas con el porte de armas, compra de cédulas y compra de votos, de manera que estos no queden impunes.”
Elecciones de 2008:
“La Junta Central Electoral es una institución que cuenta con una importante legitimidad,  credibilidad y prestigio en el país”.
“El proceso se llevó adelante de manera satisfactoria. Los partidos, los candidatos, las autoridades electorales y, fundamentalmente el pueblo dominicano, aportaron con responsabilidad y respeto a que los comicios se desarrollaran ordenadamente, en un clima de tranquilidad y ausencia de violencia o dificultades verdaderamente graves.”

Elecciones de 2010:
 “En resumen, la Misión considera que el proceso se ha realizado de manera exitosa y que se ha respetado la voluntad de los dominicanos, libremente expresada en las urnas. La Misión reconoce el esfuerzo realizado por todos los actores electorales y, en particular, por la Junta Central Electoral. Durante el período de observación la MOE/OEA pudo constatar que el organismo electoral gozó de la confianza plena de los actores políticos y sociales para este proceso, hecho que es un logro significativo para la consolidación del sistema electoral y democrático dominicano.”

Como podemos ver, para la OEA los  procesos electorales 2008 y 2010 fueron exitosos y la JCE, la consideraron un órgano con credibilidad y confianza para la población.

En cambio  las pasadas elecciones del 2012, el proceso en ningún momento lo calificaron de democrático ni exitoso como lo titularon algunos periódicos; y en cuanto a la JCE, cuestionaron la falta de actuar con eficiencia y prontitud.

Además de que los anteriores informes verbales fueron entregados en días y el de las pasadas elecciones 2012 tardó cuatro meses.

Más que críticas superfluas, se necesita estar consciente del  deber de actuar con  objetividad para crear conciencia, ya que estos asuntos deben trascender el interés o la predisposición personal, pues se trata de lograr una República Dominicana y un continente americano donde la soberanía del pueblo pueda expresarse libremente  y sin ambages a través de los comicios.  En efecto, a cualquier ciudadano que tenga alguna duda, le sugiero releer el informe de la MOE para que identifique que no se puede rehuir admitir las irregularidades ocurridas  y repasar las comunicaciones del Presidente Mejía, que seguramente le servirán de instructivo.

La perspectiva de la realidad puede perderse fácilmente desde la comodidad de una casa, pero una columna periodística diaria tan importante como la tuya, necesita refrescarse e ilustrar a la opinión pública muy bien en estas materias de alta complejidad, para descifrar la importancia de los temas tratados en las comunicaciones de HM y de las recomendaciones de la MOE, para realizar el buen trabajo que los lectores interesados en las limpieza de los procesos electorales y la democracia esperan de él.

Presenta la OEA una serie de tareas que involucran la conciencia y responsabilidad nacional, en las cuales el periodismo objetivo debe jugar un papel fundamental.

Muy difícilmente podrán las misiones de observación de la OEA presentarse con las manos vacías, obviar sus propios informes, ni llegar tarde, en los próximos comicios en la República Dominicana, después de las comunicaciones enviadas por HM lo que desde ahora se trasluce al leerse detenidamente el informe MOE-OEA.

El único interés que mueve al Presidente Mejía a continuar con  este esfuerzo, es su derecho como demócrata a trabajar y luchar por la preservación de la democracia dominicana.  

Con afectos,

HECTOR GUZMAN
Dirigente del PRD