Este martes el expresidente de la República Dominicana, Hipólito Mejía, se solidarizó con el periodista Juan Taveras Hernández, con Willy Rodríguez y don Bienvenido Rodríguez, director y presidente de la emisora Z101, respectivamente, tras la demanda a que fueron sometidos por difamación e injuria por parte del senador de la provincia San Juan, Félix Bautista.
En una carta que fue leída en el programa radial “El Gobierno de la Tarde”, el exmandatario manifiesta que: “el sometimiento en contra de ustedes bajo la acusación de violar la Ley de Expresión y Difusión de Pensamiento es un nuevo atentado contra la la seguridad individual, la libertad de expresión, el terrorismo judicial y un franco abuso de poder”.
Mejía calificó de engreídos a los funcionarios y legisladores que, amparados en el manejo de los tres Poderes del Estado, se consideran dueños de los fondos del Estado
En ese sentido precisó que “aquí nos conocemos todos” y recordó el popular refrán que “ofende quien puede, no quien quiere”.
Hipólito Mejía finaliza la misiva diciendo a los demandados que cuentan con su solidaridad y respaldo.
A continuación publicamos, in extenso, la carta del ex presidente de la República Dominicana Hipólito Mejía Domíguez:
Estimados amigos:
El sometimiento en contra de ustedes bajo la acusación de violar la Ley de Expresión y Difusión de Pensamiento es un nuevo atentado contra la la seguridad individual, la libertad de expresión del pensamiento, el terrorismo judicial y un franco abuso de poder”.
Engreídos funcionarios y legisladores, amparados por el manejo de los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo, entienden que, como en los tiempos de los señores de horca y cuchillo, son dueños de las arcas del Estado y de la voluntad de todos.
Si alguna persona osa disentir, no solo consideran equivocado sino que ejercen contra quien sea los poderes de que disponen, para obtener por la fuerza lo que no pueden tener por la razón: me refiero al respeto y reconocimiento de la sociedad dominicana.
Felizmente, aquí nos conocemos todos, al cojo sentado y al ciego dormido y no olviden que ofende quien puede, no quien quiere.
Saben que cuentan con mi solidaridad y respaldo pero, en este momento, es mi deber manifestárselo de manera reiterada y expresa, como lo hago por este medio.
Reciban, pues, un abrazo de su invariable amigo,
Hipólito Mejía.
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