Juan Taveras Hernández, E l Autor.
No seamos injustos, ni mezquinos. El caso del ex
Superintendente de Bancos, actual Contralor General de la República, Haivanjoe
NG Cortiñas, que se pensionó con 651 mil pesos mensuales antes de marcharse al
nuevo cargo, no es único entre los funcionarios y dirigentes del Partido de la
Liberación Dominicana. Al contrario, es una práctica casi generalizada que ha
permitido la gran acumulación de capitales que exhiben hoy día.
El PLD se las han ingenió para crear privilegios
desconocidos hasta su llegada al poder en 1996 cuando se inició el proceso de
“acumulación originaria de capital” que convirtió al Comité Político y parte
del Comité Central, en la fuerza económica y política más poderosa del país.
Controla totalmente el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Y como si fuera
poco, para que nadie se mueva, tiene los fusiles a través de la no menos
corrompidas Fuerzas Armadas y Policía Nacional. (El viejo Mao Tsetung dijo que
“el poder nace del fusil”)
Ministros y viceministros, se lucraron hasta la saciedad
durante los mandatos de Leonel Fernández con salarios millonarios. Sólo en
salarios y viáticos, en 12 años, acumularon cientos de millones de pesos, sin
contar los que les “dejó la corrupción”.
Bajo la tutela de Leonel y el PLD, la República Dominicana
se convirtió en el país más corrupto del mundo y en uno de los menos seguros.
Los 48 mil kilómetros cuadrados se convirtieron en un punto de droga. Nadie
sabe que dejó más beneficios, si los salarios exorbitantes, la corrupción o el
lavado y el narcotráfico.
Los consejos de directores de instituciones públicas, así
como las asesorías, han sido fuentes de enriquecimientos y privilegios. (Junta
Monetaria, Banco de Reservas, Corporación de Empresas Eléctricas, las EDES,
etc.)
Los legisladores consideraron injusto no estar en la carrera
embriagadora del enriquecimiento y se inventaron “El Barrilito” y “El
Cofrecito”, lo que permite que el senador ejemplar de la capital y su colega de
la provincia Santo Domingo reciben, sin contar sus jugosos salarios y prebendas adicionales, más de un millón de pesos mensuales.
Lo que pasó en el Banco Central, denunciado por Telemicro,
del pago de 600 millones de pesos en jubilaciones y pensiones pocos días antes
del cambio de gobierno, es más grave que lo de NG Cortiñas. Pero nadie dijo
nada porque el “chinito” no “engrasa los ejes” de las carretas de algunos
comunicadores y medios de comunicación.
El recluso Luis Alvarez Renta me envía una extensa carta
donde habla sobre los privilegios del gobernador del Banco Central y demás
funcionarios de esa entidad estatal que invierte alrededor de 300 millones de
pesos en publicidad anualmente. (¿Es eso cierto…?)
Es un absurdo que en nuestro país, con más de cinco millones
de pobres y más de un millón 500 mil por debajo del nivel de pobreza absoluta,
sin salud ni educación, haya funcionarios del PLD que ganan más que el
Secretario del Tesoro, que el Presidente de la Reserva Federal, que el
Presidente del Banco Central y que el Presidente de los Estados Unidos, la
primera potencia del mundo. ¡Es indignante!
Estoy convencido de que las palabras de Juan Bosch
asegurando que ningún dirigente del PLD se haría rico con los dineros del
pueblo, fueron sepultadas junto con él, en el mismo ataúd.