martes, 14 de agosto de 2012

¡QUE FELICIDAD, LEONEL SE VA!


Leonel Fernández deja, como legado,  el país más corrupto del mundo.

Juan Taveras Hernández, El Autor.


Leonel Fernández ha sido presidente de la República durante 12 años. Los últimos 8 de manera consecutiva.  Manejó más recursos que todos los presidentes del país desde su fundación en 1844. Concentró más poder institucional que casi todos sus antecesores, incluyendo algunos dictadores. Sin embargo, no resolvió ninguno de los problemas ancestrales de los dominicanos. Al contrario, todos se agravaron.

Al salir de su tercer mandato deja el país peor a como lo encontró en el 2004 pese a gobernar, sin oposición política, y sin una crisis económica  nacional e internacional que le costó al país más del 20 por ciento de su Producto Interno Bruto.

No lo digo yo, lo dicen los organismos internacionales. En efecto, en el 2004, dice el Foro Económico Mundial, la República Dominicana, a pesar de la crisis, ocupaba el lugar 57. Ocho años después, con un presupuesto cuatro veces mayor,  el país ocupa el 101 de 142 países estudiados.

Leonel Fernández deja, como legado,  el país más corrupto del mundo.

De 142 países somos el 142 en despilfarro; el 140 en desvío de fondos públicos; el 142 en credibilidad; el 142 en deficiencia institucional; el 142 en credibilidad policiaca; en educación primaria el 140; en educación superior el 136; en ciencias y matemáticas el 139. Como puede verse, bajo la conducción de Leonel el país ha sacado las peores calificaciones. En materia de salud redujo la inversión, lo mismo que en educación y vivienda. 

¿De qué se ufana entonces?

Dice el Banco Interamericano de Desarrollo que la corrupción representa entre el tres y el cinco por ciento del PIB. Estamos hablando de alrededor de cien mil millones de pesos todos los años, algo verdaderamente escandaloso.  Durante sus años de gobierno la justicia fue ciega, sorda y muda cuando de combatir y condenar la corrupción se ha tratado.

La deuda externa, de 9 mil y tantos millones de dólares que encontró, Leonel la elevó  a unos 25 mil millones. Aumentó la recaudación fiscal como ningún otro presiente anterior. La pregunta es: ¿Qué hizo Leonel con tanto y tanto dinero? Pudo construir un túnel por debajo del mar hasta Puerto Rico y otro hasta la China.  Pero no lo hizo. Gran parte de ese dinero se encuentra en los bolsillos de muchos funcionarios considerados “alcancías del presidente”.

Luego de 12 años de gestión, 8 consecutivos, Leonel Fernández, lejos de merecer reconocimientos y homenajes, merece el más amplio y rotundo rechazo de la población.  No tengo dudas de que la historia lo juzgará y lo condenará. La historia lo colocará como uno de los presidentes peores que ha tenido el país.

Porque el país hoy es invivible, porque tenemos más corrupción, más delincuencia, más crímenes, más insalubridad, menos educación, menos viviendas, menos energía eléctrica, pero más cara; más pobreza, más desempleo, más narcotráfico, más generales corruptos, más desigualdad, menos agua potable, menos institucionalidad y respeto por la Constitución y la leyes.

El país que Leonel deja ocho años después, es un desastre.  Este 16 de agosto dibujará, como ya nos tiene acostumbrado, el país de las maravillas, con mentiras y falsedades. Y sus periodistas y su prensa, donde invirtió más de 70 mil millones de pesos en ocho años, lo aplaudirán y lo felicitarán hasta el cansancio tratando de convencer al pueblo de la grandeza de este pichón de dictador que se cree el más grande de todos los dominicanos desde que llegó Colón.

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