¡QUE FELICIDAD, LEONEL SE VA!
Juan Taveras Hernández, El Autor.
Leonel Fernández ha sido presidente de la República durante 12 años. Los
últimos 8 de manera consecutiva. Manejó
más recursos que todos los presidentes del país desde su fundación en 1844.
Concentró más poder institucional que casi todos sus antecesores, incluyendo
algunos dictadores. Sin embargo, no resolvió ninguno de los problemas
ancestrales de los dominicanos. Al contrario, todos se agravaron.
Al salir de su tercer mandato deja el país peor a como lo encontró en el
2004 pese a gobernar, sin oposición política, y sin una crisis económica nacional e internacional que le costó al país
más del 20 por ciento de su Producto Interno Bruto.
No lo digo yo, lo dicen los organismos internacionales. En efecto, en el
2004, dice el Foro Económico Mundial, la República Dominicana, a pesar de la
crisis, ocupaba el lugar 57. Ocho años después, con un presupuesto cuatro veces
mayor, el país ocupa el 101 de 142
países estudiados.
Leonel Fernández deja, como legado,
el país más corrupto del mundo.
De 142 países somos el 142 en despilfarro; el 140 en desvío de fondos
públicos; el 142 en credibilidad; el 142 en deficiencia institucional; el 142
en credibilidad policiaca; en educación primaria el 140; en educación superior
el 136; en ciencias y matemáticas el 139. Como puede verse, bajo la conducción
de Leonel el país ha sacado las peores calificaciones. En materia de salud
redujo la inversión, lo mismo que en educación y vivienda.
¿De qué se ufana entonces?
¿De qué se ufana entonces?
Dice el Banco Interamericano de Desarrollo que la corrupción representa
entre el tres y el cinco por ciento del PIB. Estamos hablando de alrededor de
cien mil millones de pesos todos los años, algo verdaderamente
escandaloso. Durante sus años de
gobierno la justicia fue ciega, sorda y muda cuando de combatir y condenar la
corrupción se ha tratado.
La deuda externa, de 9 mil y tantos millones de dólares que encontró,
Leonel la elevó a unos 25 mil millones.
Aumentó la recaudación fiscal como ningún otro presiente anterior. La pregunta
es: ¿Qué hizo Leonel con tanto y tanto dinero? Pudo construir un túnel por
debajo del mar hasta Puerto Rico y otro hasta la China. Pero no lo hizo. Gran parte de ese dinero se
encuentra en los bolsillos de muchos funcionarios considerados “alcancías del
presidente”.
Luego de 12 años de gestión, 8 consecutivos, Leonel Fernández, lejos de
merecer reconocimientos y homenajes, merece el más amplio y rotundo rechazo de
la población. No tengo dudas de que la
historia lo juzgará y lo condenará. La historia lo colocará como uno de los
presidentes peores que ha tenido el país.
Porque el país hoy es invivible, porque tenemos más corrupción, más
delincuencia, más crímenes, más insalubridad, menos educación, menos viviendas,
menos energía eléctrica, pero más cara; más pobreza, más desempleo, más
narcotráfico, más generales corruptos, más desigualdad, menos agua potable,
menos institucionalidad y respeto por la Constitución y la leyes.
El país que Leonel deja ocho años después, es un desastre. Este 16 de agosto dibujará, como ya nos tiene
acostumbrado, el país de las maravillas, con mentiras y falsedades. Y sus
periodistas y su prensa, donde invirtió más de 70 mil millones de pesos en ocho
años, lo aplaudirán y lo felicitarán hasta el cansancio tratando de convencer
al pueblo de la grandeza de este pichón de dictador que se cree el más grande
de todos los dominicanos desde que llegó Colón.
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